Venezuela se prepara para una tensa jornada este viernes 10 de enero, cuando está prevista la juramentación presidencial en medio de un importante despliegue de fuerzas de seguridad en las principales ciudades.
Los cuerpos policiales y grupos de motorizados chavistas han comenzado a recorrer masivamente las calles como parte de un operativo especial anunciado por las autoridades. La oposición ha denunciado estas acciones como intentos de intimidación ante posibles protestas.
Disputa por la presidencia
Mientras Nicolás Maduro se prepara para asumir su tercer mandato, el candidato opositor Edmundo González insiste en que fue él quien ganó las elecciones del 28 de julio de 2024. González ha anunciado que regresará al país para juramentarse como presidente, acompañado por expresidentes latinoamericanos.
Los llamados “colectivos”, grupos motorizados afines al chavismo, se han sumado al despliegue junto a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB). Estos grupos han sido señalados como responsables de actos violentos durante protestas anteriores.
Clima de tensión
Alexander Granko, jefe de la Dirección General de Contrainteligencia Militar, advirtió sobre amenazas al país y prometió garantizar la paz. El ministro Diosdado Cabello ha amenazado con detener a los expresidentes que acompañen a González.
Impacto en la población
Los venezolanos han respondido a la situación con compras nerviosas en supermercados y tiendas. Muchos ciudadanos están almacenando alimentos básicos ante la posibilidad de disturbios o restricciones de movimiento durante los próximos días.
Las autoridades reportaron más de dos mil detenciones tras las elecciones de julio, incluyendo concejales, alcaldes y líderes opositores. Hasta el momento, el gobierno de Maduro no ha presentado las actas que confirmen su victoria electoral.