La tensión escaló en un albergue gubernamental de Guatemala cuando niños de la comunidad religiosa Lev Tahor protagonizaron disturbios violentos, evidenciando una crisis que va más allá de simples desacuerdos por alimentos.
Los hechos ocurrieron en la Casa Nuestra Raíces, ubicada en la zona 3 de la capital guatemalteca, donde menores de edad reaccionaron con violencia extrema contra el personal de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), utilizando palos, sillas y bancos como armas improvisadas.
Los disturbios incluyeron el lanzamiento y destrucción de suministros alimenticios, principalmente frutas y verduras proporcionadas por la institución. Según Marvin Rabanales, secretario de la SBS, estas acciones reflejan un patrón de descontento que se ha intensificado en las últimas horas.
Influencia adulta en el comportamiento
Las autoridades señalan que el comportamiento agresivo de los menores está directamente influenciado por los adultos de la comunidad, quienes mantienen una postura de rechazo hacia la alimentación proporcionada en el albergue.
El incidente más grave se registró el 6 de enero, cuando la situación se tornó incontrolable debido al nivel de violencia mostrado por los menores. La filtración de un video del incidente ha generado controversia adicional, ya que viola protocolos de protección a menores.
Consecuencias legales
La SBS ha anunciado que emprenderá acciones legales por la difusión no autorizada de imágenes que exponen a menores y mujeres de la comunidad, violando protocolos de confidencialidad establecidos.
Esta situación se suma a una serie de incidentes previos, incluyendo el caso de una mujer de 21 años que requirió traslado a un hospital privado para dar a luz, y reportes sobre mujeres de la comunidad que se niegan a ingerir alimentos en el albergue.
